Gerardo Vázquez Alatriste ha sido desde antes de su designación por parte del congreso local un tipo, que digo tipo, un cara dura que ha generado controversia.
En primer lugar su presentación ante los diputados en el proceso para elegir al titular de la Fiscalía General de Estado, fue soberbio, se burló de los legisladores que lo iban a elegir, pero eso le valió, ya traía la bendición de los que deciden los rumbos del estado que el sería el Fiscal.
Ese mismo día al salir tuvo el encontronazo con el abogado activista Roberto Saucedo, quien acudió para desmentir a Vázquez Alatriste sobre la denuncia que archivó como Delegado de la FGR en contra de los actos de corrupción del Gabrielete cometidos cuando fue director del Hospital del ISSTE en León. De todo mundo sabido.
En primer lugar su presentación ante los diputados en el proceso para elegir al titular de la Fiscalía General de Estado, fue soberbio, se burló de los legisladores que lo iban a elegir, pero eso le valió, ya traía la bendición de los que deciden los rumbos del estado que el sería el Fiscal.
Ese mismo día al salir tuvo el encontronazo con el abogado activista Roberto Saucedo, quien acudió para desmentir a Vázquez Alatriste sobre la denuncia que archivó como Delegado de la FGR en contra de los actos de corrupción del Gabrielete cometidos cuando fue director del Hospital del ISSTE en León. De todo mundo sabido.
También ese mismo día Gerardo perdió los estribos con los cuestionamientos de los medios de comunicación en donde un servidor le cuestionó y no quiso responder. Pero se dio a la fuga.
Después se llegó el momento de su designación y boom, lo primero que le vimos fueron los promocionales del informe, muy al estilo de un Rockstar con vídeos y diseños copiados de la serie televisiva la Ley y el Orden.
De su trabajo como titular de la fiscalía solo hemos visto declaraciones fuera de lugar, pero no de resultados, incluso en comunicación social para redes sociales de la fiscalía dio órdenes específicas de que se le mencionara como Doctor aún y cuando fue dudoso su título.
Ante lamentables acontecimientos de seguridad que se han suscitado en la entidad desde su llegada, el fiscal más que abogado del pueblo, solo se ha dedicado a envíar mensajes con nula sensibilidad ante los familiares de víctimas, etcétera, etcétera, etcétera.
Insisto no le hemos visto resultados, es más ni siquiera ha podido informar del asesinato de su fiscal de San Miguel de Allende.
Ah pero eso si, implementó actividades culturales al interior de su búnker en Cervera, tertulias y demás jaladas que en nada abonan en la procuración de justicia y muchos menos a fungir como el defensor de los guanajuatenses que necesitan se les haga justicia ante la delincuencia que les ha mermado en su vida.
Pero este tipo ha llegado a su límite, al parecer aceptó entrevista de un medio de comunicación en donde el bueno de Abner Berruecos le cuestionó sobre varios aspectos.
Gerardo ha tocado fondo, porque ya llegó al punto de faltar al respeto al pueblo de Guanajuato. Sí, asi fue, y no puede negar lo que dijo.
Desglosemos sus frases, lo primero que llamó mi atención es que hace alarde de que ha dejado atrás ofrecimientos de extorsión por millones de dólares, pero eso es lo que debe hacer ordinariamente. Eso no es para aplaudirle Gerardo, no sea payaso.
Y si le ofrecieron esos millones de dólares eso es soborno, extorsión o cohecho y debió detener y presentar a esas personas que le han intentado “comprar”. O ¿qué pasó?
Porque de lengua me como un taco, usted debió actuar con todo el rigor de la ley y no solo hacer alarde de ese ofrecimiento, o ¿ni usted puede procurarse justicia?
Debió detener a los responsables, vincularlos a proceso y presentarlos ante un juez, además si ya lo hizo público, informarnos, ese es su deber y por eso le pagamos.
Pero no ha pasado nada de eso, lo que podemos deducir es que usted fue omiso y la omisión es hermana de la corrupción. Lo cual ya no es raro en usted. O solo lo dijo para presumir que usted no aceptó y su antecesor sí. Venga, es momento de dar la cara y aclarar con personalidad.
Otra frase célebre de este fiscalucho, fue que dijo que él el sigue trabajando todos los pinches días, con muchas pinches ganas.
Pues mire usted, su deber es trabajar todos los pinches días y lo que si no le hemos visto son esas pinches ganas, porque no hay resultados.
Ah no ser de que se refiera a esas pinches ganas de cantar, a esas pinches ganas de llamar la atención al vestirse de Charrito y a esas pinches ganas de hacer sus tertulias, pero no las pinches ganas de procurar justicia y mucho menos ser al abogado del pueblo.
La soberbia llegó a su punto límite cuando se le cuestionó por sus canciones y vestimenta de Charrito, en donde el contestó que no tiene porque darle cuentas a nadie.
Pues ahí se equivoca nuevamente Gerardo, porque usted trabaja para nosotros y nos debe rendir cuentas a nosotros, nosotros le pagamos su salario, usted es nuestro empleado, y esa pinche falta de respeto no se le puede tolerar y menos porque además con nuestro dinero le pagamos sus pinches tertulias y demás payasadas.
Usted tampoco tiene tiempo libre, ni la buena de la gobernadora Libia Dennise se da el lujo de tener tiempo libre, menos usted que solo es un empleado más del Estado de Guanajuato. Ubíquese.
Y de la tristeza que habla, esa es la tristeza que da usted como titular de la Fiscalia General del Estado, que desde su llegada ha estado inmerso en actos de corrupción y sabe de lo que me refiero con su cómplice Gabriel Cortes Alcalá.
Usted sí da tristeza, porque no ha demostrado tener la suficiente capacidad, ni personalidad de un fiscal que desempeñe su trabajo de la mejor manera, su función ha sido mediocre. Ha sido usted un incompetente.
Los logros de seguridad no se deben a su trabajo, sino a una excelente decisión de Libia Dennise de entablar una coordinación con el gobierno federal y Omar Garcia Harfuch.
No me venga con cuentos y mentiras. Usted sí da tristeza, porque no ha tenido la capacidad de ser sensible a las víctimas de la delincuencia que le han solicitado de su apoyo.
Pensé que no llegaría a este punto de decir lo siguiente, pero estábamos mejor con Carlos Zamarripa.
Dicho esto, Gerardo usted debe rendir cuentas sobre esos alardes y despropósitos que hizo en esa entrevista.
Presente a los presuntos responsables de ese supuesto acto de soborno por millones de dólares, sino es así, a parte de payaso, es usted un mentiroso.
Es cuanto.
