VIVIR Y PASEAR DEL PRESUPUESTO PÚBLICO; LA HISTORIA DEL PACHUCO DE LA GENTE.

Quiero comenzar este espacio con una reflexión que se atribuye a don César Garizurieta, apodado El Tlacuache, cuando su amigo de la infancia, Miguel Alemán Valdés, ganó la Presidencia de México: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

Desde entonces, esa frase se ha convertido en un dogma para la burocracia dorada, no sólo en 1946, sino hasta nuestros días. Y si no me cree, aquí va un ejemplo.

Su nombre: Luis Ernesto Ávila Rojas.

Su profesión: mercadólogo.

Su especialidad: vender espejitos.

Actualmente cobra, se pasea, viaja y se hospeda a costa del erario en la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (COFOCE).

Ahí le va otro dato histórico: durante el gobierno de Vicente Fox Quesada, un empresario de verdad, Ricardo Alaniz Posada, ocupó el cargo de presidente ejecutivo de COFOCE. Ese cargo hoy ya no existe.

Y no existe porque Alaniz renunció a recibir cualquier pago, entendiendo que podía confundirse con sus actividades empresariales.

Pero hoy, Luis Ernesto Ávila Rojas gana alrededor de 120 mil pesos mensuales, es decir, 4 mil pesos diarios. Lo mismo que un obrero promedio de este Guanajuato mágico gana… ¡en una semana!

Y no sólo goza de un sueldo nada despreciable. Su labor es “promover” las bondades exportables de Guanajuato en el mundo, como si no existieran las redes sociales o el comercio electrónico.

Por eso, el muñequito de oropel llamado Luis Rojas se da la gran vida viajando de aquí para allá, haciendo nada… y sin medida.

Datos internos de COFOCE revelan la vida de lujo que se da este “pachuquín”. Por ejemplo:

  • En 17 días de marzo de 2024, Luis “El Pachuco” Rojas viajó a China y Japón para asistir a FOODEX y visitar el corporativo de Alibaba. Gasto reportado: 309,351 pesos.
  • En abril, viajó a Estados Unidos para promover sectores de construcción, decoración, artesanías y calzado. Gasto: 121,945 pesos.
  • En mayo, se fue a Italia a una feria agroalimentaria. Gasto: 245,956 pesos.
  • Del 28 de junio al 7 de julio, se fue a Canadá al Salón Internacional de Logística. Gasto: 219,656 pesos.
  • En julio, volvió a viajar, ahora a Dinamarca e Inglaterra, para “promover” el sector aeroespacial. Gasto: 207,323 pesos.
  • En agosto, regresó a Estados Unidos para promover el sector moda y derivados del agave. Gasto: 132,879 pesos.
  • Entre agosto y septiembre, viajó nuevamente a Italia, sumando España y Portugal. Gasto: 461,914 pesos.

En total, solo en esos meses, la COFOCE gastó 1,877,913 pesos en pasear a este “embajador del comercio” por el mundo.

Todo con dinero público: suyo y mío.

Esto ocurrió en el mismo año en el que sectores como agroindustria, calzado, vestido, artesanías y alimentos reportaron contracción y pérdida de mano de obra por inactividad.

Entonces, ¿qué vendió nuestro muñequito de pastel?

Pues espejos. Nada más que espejos.

Vivir del presupuesto, entonces, ¿es vivir en el error… o no, my lord de fiesta patronal?

SECRETARÍA DE ECONOMÍA: EL NUEVO ORGULLO DEL NEPOTISMO

Los datos provienen de la propia COFOCE, donde no registran estos desplazamientos como inversión, sino como gasto. Y así como salen esos reportes, también sale el personal contando los días, porque aseguran que en diciembre ese muñequito, Luis Rojas, cambiará de aparador.

Y es que nuestra comunidad conspiradora nos comenta que han trascendido varios encontronazos entre Luis Rojas y la secretaria de Economía, Cristina Villaseñor.

Cristina, por cierto, es —en teoría— su jefa. Aunque él afirma que solo reconoce como jefa a la gobernadora Libia Dennise. De ese tamaño es la soberbia del pachuquín.

Pero Claudia Cristina Villaseñor también tiene varios fierros en la lumbre. Ha hecho gala de aquella frase de José López Portillo cuando nombró a su hijo subsecretario:

“el orgullo de mi nepotismo”.

Claro: nepotismo no sólo es beneficiar a familiares, sino también a amigas y personas cercanas.

Y sí: Cristina tiene varios “orgullos de su nepotismo” en cargos de primer nivel, aunque no tengan más experiencia que sus charlas de café.

La comunidad conspiradora relata que la base de su red se llama Mujeres Líderes, encabezada por la misma Claudia.

  • Cynthia Limón, parte de ese grupo, fue nombrada directora regional de Empleo en Celaya.
  • Alejandra Oropeza es la directora de Comunicación Social. Nos dicen que funge más como subsecretaria que como comunicadora.
  • Su falta de capacidad ha obligado a la secretaria Villaseñor a contratar un staff que le haga la chamba, convirtiéndola en un freno para la comunicación con la prensa.

Otra mujer líder con poder es Elizabeth Espinoza Chico, nombrada directamente por Cristina para hacerse cargo de Atracción de Inversiones, y ya representa a la secretaria en reuniones convocadas por el exsecretario Ramón Alfaro.

Elizabeth acumuló 13 años como directora en una empresa de logística, pero ahora es nada más y nada menos que subsecretaria de Atracción de Inversiones.

Otro caso es Margarita Soto Ortiz, exdirectora de Desarrollo Económico en Silao con el neomorenista Carlos García Villaseñor. Ahora la traen en Abasolo, pero buscando mantenerla en bajo perfil.

¿La razón?

Aquí entra la conspiración.

¿Recuerda que le comenté que el muñequito está por cambiar de aparador?

Luis “El Pachuco” Rojas —el mismo que ha amenazado con demandar, golpear y hasta sacar la lengua a quien hable mal de él— ya comenzó el cabildeo con Claudia Villaseñor para elegir a su sustituto.

Claudia quiere a su orgullo del nepotismo: Margarita Soto, en COFOCE.

Luis, en cambio, propone a Juan José Rangel, para que la transición sea menos agresiva. Todo quiere el Pachuco consentido.

En recuerdo a Froylán Salas, Luis Rojas no quiere que le estalle el cohete… ¡y menos en la cara, que de eso vive este artista!

LA MORAL, DOCTORCETE… NO ES UN ÁRBOL. ENTÉRESE.

En el siglo pasado, a Gonzalo N. Santos le reclamaban sus actos carentes de moral. Él respondió:

“La moral es un árbol que da moras”.

Pues así el Gabrielete de la Gente: usa el recurso más bajo de hablar mal de otros para quedar bien.

El doctor Daniel Díaz Martínez dejó un gran vacío difícil de llenar, y menos con grilla barata.

Resulta que el Gabrielete designó al doctor José Luis Hernández Reguero como director del Hospital General de Silao, y al parecer está haciendo honor a su apellido.

Conviene recordar que Daniel Díaz logró que ese hospital fuera el primero en Guanajuato con certificación internacional, además de instaurar un esquema de atención con calidad y calidez.

Todo eso ya terminó, para desgracia de la gente de Silao.

Ahora el “reguero” incluye renuncias y despidos que podrían borrar el legado de Daniel Díaz.

Una de las más fuertes: la renuncia del doctor David Alejandro Scavo Montes a la jefatura de cirugía.

Esto confirma que el mejor sistema de salud, en manos del Gabrielete, no tendrá mejor futuro.

Dicen que quizá dé su brazo a torcer para entregarlo como tributo al sistema nacional de salud. Tal vez así logre su sueño húmedo de siempre: ser coordinador de delegaciones del IMSS a nivel federal.

Pero el reguero sigue. Cuentan que quiere regresar a la estructura antigua: una sola Dirección General de Servicios de Salud, eliminando las direcciones de Atención Médica y de Prevención y Promoción en Salud.

La ganona, ¿quién sería?

Nada más y nada menos que su amiguísima Silvia Ibarra, que ya tiene más poder que el mismo Gabo.

La salud de la gente guanajuatense está en manos de una cuadrilla de maulas del copón.

He dicho.

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